domingo, 12 de mayo de 2013

Alma de coupé con elegancia y confort de sedan

Pionero en la combinación de ambas siluetas, este modelo de la marca de la estrella muestra también una gran performance deportiva con un sorprendente bajo consumo de combustible.



El Mercedes-Benz CLS dejó su marca en la historia cuando con su lanzamiento, en el Salón de Ginebra de 2004, creó el segmento de las coupés 4 puertas de lujo. Tras un restyling en 2008, en el Salón de París de 2010, la marca de la estrella lanzó esta segunda generación. La gama se completó, en junio último, con la llegada del modelo Shooting Brake, del tipo break familiar.
Si algo distingue al CLS son las elegantes líneas de coupé, caracterizadas por la curvatura y caída del techo, y la alta cintura bien definida, además, por las nervaduras que recorren las puertas y el marcado guardabarro posterior. Esta elegancia no está exenta del justo toque deportivo (acentuado en la unidad probada con equipamiento de AMG, como las llantas), que no debe faltar en una silueta coupé, sea de dos o cuatro puertas.
Por supuesto, esta elegancia sport, más el peso específico de la marca y el modelo, debía tener una mecánica acorde. A tono, además, con los tiempos, más ecológicos y cuidadosos del medio ambiente. Todo eso lo cumple, y con creces, el tren de fuerza que equipa a este CLS.
El motor que equipa a esta segunda generación reemplazó al anterior V6 3.5 a 90° de la primera, que entregaba 292 CV de potencia y 365 Nm de torque, con un consumo promedio de 9,3 l/100 km y 222 g/km de emisiones CO2.
Pues bien, el actual V6 3.5, a 60° es mucho más eficiente. Lo que se nota decisivamente en el consumo, pero también en la performance. Con la misma cilindrada, entrega 306 CV a 6500 rpm y un torque de 370 Nm planos entre las 3500 y 5250 vueltas. Este moderno motor, además, tiene un consumo promedio de 7 l/100 km y el nivel de emisiones de CO2 es de 159 g/km. Una diferencia sustancial, que se basa en el concepto BlueEfficiency de MB.
¿Cómo lograron esto los ingenieros de MB? Aplicando lo último en tecnología de motores de combustión interna a nafta: inyección directa estratificada, sistema de variación de válvulas VVT, alta relación de compresión (12:1) y electrónica de última generación.
También es superior desde el punto de vista de la performance, con 6 s para acelerar de 0 hasta 100 km/h (contra 6,7 de la versión precedente) y apenas un poco más de 14 s para realizar 400 m con partida detenida, según las mediciones de la nacion.
El conjunto mecánico se completa con una caja automática de 7 marchas, rápida y precisa. Este CLS tiene tracción trasera y, por supuesto, control de estabilidad (ESP), que incluye el de tracción. En síntesis, tecnología de punta ampliamente probada en competición.
El comportamiento dinámico (neutro y aplomado) es impecable gracias a suspensiones pensadas más para doblar rápido que en el confort de marcha que, dicho sea de paso, también es muy bueno. Frena, además, con suma precisión y potencia. No es para menos, ya que cuenta con discos ventilados en las cuatro ruedas (de 330 mm de diámetro adelante y 300 atrás) más toda la electrónica del ABS y las conocidas asistencias de frenado.

CUATRO PLAZAS

El interior muestra una configuración de coupé 2+2 (es decir, 4 plazas), aunque con mucho más espacio y habitabilidad (típicas de un sedan) que los de una clásica coupé de 2 puertas, en las que el asiento posterior sirve más para transportar objetos que pasajeros.
El generoso largo del modelo (casi 5 m) hace que el baúl sea profundo (510 litros de capacidad) aunque bajo, porque la tapa de éste continúa la línea curva descendente del techo.
El equipamiento exterior e interior cuenta con el paquete AMG, la división que produce las versiones deportivas de los modelos de MB. Cabe aclarar que ahí termina la contribución de AMG, porque la mecánica es totalmente estándar. Así, las butacas son deportivas; por lo tanto, más que suntuosas son prácticas, proporcionando excelente sujeción al doblar declinando cierto confort.
Con múltiples ajustes eléctricos, tanto del asiento como de la columna de dirección, encontrar la posición de manejo adecuada es muy simple (además tiene 3 memorias si el auto es utilizado por más de un conductor).
La visibilidad, en especial hacia la derecha, en los cruces de calles está comprometida por los enormes espejos laterales que, si bien permiten una estupenda visión hacia atrás, dificultan ver en línea oblicua.
Obviamente, en un modelo de la calidad de este Mercedes-Benz no hay faltantes de equipamiento, mientras que la calidad de los materiales y las terminaciones son exquisitas. En suma, el CLS sigue siendo un referente insoslayable como creador de las coupés de 4 puertas.