sábado, 22 de junio de 2013

Chevrolet al ataque

Con el Hatchback Onix y el Sedán Prisma, GM cubre todos los huecos entre los autos chicos.



General Motors va al ataque. Nada de tácticas defensivas o especulaciones. Al contrario, con la llegada del hatchback Onix y el sedan Prisma, la marca Chevrolet completa una gama muy amplia de modelos para cubrir los segmentos B y C (chicos y medianos), y los subsegmentos que se entrecruzan.
Así, el Onix (LT, $ 85.320 y LTZ, $ 92.990) viene a completar una línea de autos de 5 puertas (carrocería hatchback) que incluye los modelos Celta (entre $ 68.900 y $ 76.000), Agile (entre $ 81.970 y $ 97.850), Sonic 5P (entre $ 120.260 y $ 138.560) y Cruze (entre $ 147.090 y $ 169.330), con el recién llegado insertado más o menos en el centro.
Por su parte, el Prisma (LT, $ 88.390; LTZ, $ 96.050), con la muy apreciada carrocería de 4 puertas y baúl aquí en la Argentina, se posiciona entre los modelos Classic (entre $ 69.440 y $ 76.870) y Aveo 3G (entre $ 93.350 y $ 102.830), y en un nivel de precios algo por debajo del no menos nuevo Cobalt (entre $ 91.200 y $ 109.000). Más arriba quedan el Sonic 4P (entre $ 126.720 y $ 144.720) y el Cruze (entre $ 147.090 y $ 195.320).
En pocas palabras, la estrategia de General Motors es ofrecer un hatchback o un sedan para cada presupuesto y bolsillo que pueda gastar entre 68.000 y 200.000 pesos.

MECÁNICA REJUVENECIDA

Probamos las versiones LTZ (full) de los modelos Onix y Prisma. Básicamente el mismo vehículo, salvo desde el parante trasero para atrás. El Onix, como se dijo, remata en una cola del tipo hatchback con portón y silueta de 5 puertas (bicuerpo), mientras que el Prisma incluye un enorme baúl de 500 litros de capacidad, que lo configura como un sedan 4 puertas (tricuerpo).
Aunque sobre gustos no hay nada escrito, ambos modelos, en especial el Prisma (siempre es difícil para los diseñadores integrar el tercer cuerpo), gozan de una estética lograda, moderna y atractiva.
La mecánica de ambos modelos se basa en el rejuvenecido motor 1.4 de 8 válvulas que equipa al Agile y que viene desde la década del 90. Sin embargo, gracias a modificaciones en la electrónica y la mecánica (con un notable incremento de la relación de compresión, ahora de 12,4:1), este propulsor de 4 cilindros en línea entrega una potencia de 98 CV a 6000 rpm y un torque máximo de 126 Nm (12,8 kgm) a sólo 2800 vueltas.

Este par motor a tan bajo régimen y una bien relacionada caja de velocidades manual de 5 marchas son la clave de la agilidad tanto del Onix como del Prisma para moverse con soltura en el ámbito urbano y no desentonar en la ruta. Agilidad reforzada, además, por un comportamiento dinámico estable y aplomado, que constituye otro de los puntos fuertes de la gama Onix-Prisma.
Las performances no tienen grandes variaciones. La mecánica, como se dijo, no tiene variaciones. El peso es similar (Onix, 1067 kg; Prisma, 1079), el rodado es el mismo (185 / 65 R15) y en cuanto a las dimensiones, con excepción de una longitud obviamente superior del tricuerpo de 345 mm (que lo puede beneficiar en una aerodinámica más eficiente para alcanzar algún km/h más de velocidad máxima), el área frontal es la misma, por lo que no hay beneficio alguno en aceleración en este sentido. Conclusión: acelera de 0 a 100 km/h en algo más de 11s y consumen en ciudad en el orden de casi 10 l/100 km (algo alto, dada la cilindrada del motor), mientras que en autopista (120/130 km/h), el gasto de combustible ronda los 8,5 l/100 km. Para tener en cuenta: con esa compresión (12,4:1) es aconsejable usar nafta premium.
Los frenos responden con eficacia y en distancias aceptables para un equipo conformado con discos ventilados delanteros (de 240 mm de diámetro) y tambores traseros, con ABS y EBD (distribución electrónica de frenado) en las cuatro ruedas. Carecen de otro tipo de dispositivo de seguridad activa, igual que el resto de los modelos que componen la franja de mercado y precios en la que participan el Onix y el Prisma.

PANTALLA TÁCTIL

Los Chevrolet Onix y Prisma LTZ tienen un habitáculo con buen espacio para los pasajeros de las plazas traseras. La posición de manejo no es incómoda, pero para personas de más de 1,80 m lleva un tiempo congeniar la postura correcta entre extensión del asiento / pedalera, altura del asiento (regula, pero poco) y la posición del volante (ajusta en altura, pero no en profundidad). Los comandos están bien ubicados y son fáciles de utilizar, pero las manijas interiores de las puertas no tienen una posición correcta, están muy bajas y hacia atrás, cuando deberían estar más adelante y arriba. Cerrar la puerta desde adentro resulta dificultoso.
En cuanto al espacio, es abismal la diferencia entre los 280 litros del baúl del Onix (más juvenil y sport) contra los 500 del Prisma (más adecuado para la familia), pero no son siluetas comparables en este aspecto.
Estos modelos incluyen el nuevo sistema de gestión de audio y conectividad (Bluetooth, puerto USB y auxiliar) con pantalla táctil de 7 pulgadas, denominado My Link. Eso sí, cambie los CD por pendrives porque no tiene lector de CD, aunque permite reproducir imágenes y videos.

La visibilidad es correcta en todas las direcciones. La selectora de la caja es precisa, suave y de recorridos cortos. El instrumental analógico-digital, aunque muchos usuarios le critican que parece el de una moto, es de lectura rápida; eso sí, no es muy preciso.
La seguridad pasiva se reduce al doble airbag frontal y los cinturones de seguridad inerciales, y el cierre de las puertas automático en rodaje. En otro orden, la rueda de auxilio temporal en nuestro país no es la mejor solución y tener que bajarse para abrir el baúl (ya sea con la llave o con la tecla del control remoto) no es cómodo y obliga a detener el motor.

TAPONES DE PUNTA

Tanto el Onix como el Prisma tienen variados rivales directos. Por mencionar algunos: Volkswagen Gol Trend y Voyage, Fiat Grand Siena, Peugeot 207 Compact.
Frente a todos ellos, estos Chevrolet, con su agradable diseño, buen nivel de terminaciones, destacable comportamiento mecánico y dinámico, y precios acordes, conjugan atributos para jugar fuerte en los competitivos segmentos hatchback y sedan de los autos chicos. La garantía, correcta es por 2 años sin límite de kilometraje.